¿La santificación es difícil?
Lutero:
Por un lado sí, por el otro no. Es difícil porque cuesta reprimir el viejo hombre en nosotros; el viejo Adán se resiste a morir. Pero tampoco debería costar tanto, porque todo ayuda a bien. Mientras los pecados no te controlen y dominen, ellos son obligados a servirte a ti, tal y como dice Ro.8:28: ‘A los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien’. Cuando eres atacado por el deseo acabarás siendo más casto, por la arrogancia más humilde, por la pereza más diligente, por la codicia más generoso, por un arrebato de ira más tolerante, por el exceso más moderado. Esto es porque el hombre espiritual cada vez se enfadará más cuando vuelva a pecar y así cada vez se resistirá más contra el pecado. Por esta razón la tentación puede ser de ayuda y es útil.