¿Cómo consigo verdadera fe y esperanza?
Lutero:
¡Esto es probablemente lo más importante que necesitáis saber! En primer lugar, recordad que ciertamente no proviene de vuestras obras o porque os lo hagáis ganado, sino solamente por Jesucristo ¡y os es prometido y dado por gracia! Tal y como dice Pablo: ‘Dios nos muestra su amor dulce, bueno y agradable para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros’ (comp. Ro.5:8). Es como si Pablo quisiera decir: Cristo murió por nuestros pecados cuando nosotros ni aun orábamos por ellos ni pensábamos sobre ellos, es más, dio su vida cuando nosotros seguíamos cometiendo pecado tras pecado ¡y eso debería darnos una confianza enorme e invencible!
Mira, de esta manera tienes que imaginarte a Cristo y ver cómo Dios, por medio de Él, te presenta y te ofrece su misericordia sin tener en cuenta tus méritos o dignidad. De este ejemplo de gracia y misericordia debes sacar coraje para la fe y tener confianza en el perdón de tus pecados. Por eso, ¡la fe no empieza con buenas obras y las buenas obras tampoco llevan a la fe!
Fe y esperanza deben provenir de la sangre, las heridas y la muerte de Cristo. Solamente por este hecho puedes ver hasta qué punto nos ama Dios que incluso ha dado a su Hijo por ti. Entonces tu corazón no tendrá otra opción que enternecerse, correspondiendo el amor de Dios y amando al prójimo. Y también así, por medio del amor de Dios, tu fe y tu esperanza crecerán y aumentarán – por el amor de Dios por ti y por tu amor por Dios.
Jamás hemos leído que alguien recibiera el Espíritu Santo por haber obrado, sino que siempre y solamente cuando había escuchado el evangelio de Cristo y experimentado la misericordia de Dios. De esta Palabra deben brotar la fe y la esperanza, porque Cristo es la Roca que ofrece mantequilla y miel, tal y como dice Moisés (comp. Dt.32:13).